domingo, 10 de enero de 2010

Nieve

Un mal día. Nieve y viento. Un día de mucho frío. Camino por la calle refunfuñando, pensando en cómo no resbalarme y caerme. De pronto, unas manos cubren mis ojos, tapándome todo el campo de visión. Oigo un "¿Quién soy?" y esbozo una sonrisa. Cómo no lo había sabido antes. "Eres tú" replico, poniendo morros y dándome la vuelta para mirarle. Está tan guapo como siempre. Mierda, pienso, y yo con estas pintas. Un momento de silencio. Noto como me observa, y sonríe con todas sus ganas. "¿Qué pasa?" le suelto. Se echa a reír. Me enfurruño y me doy la vuelta para irme. "Lo que pasa es que me encanta que te enfades" me dice divertido. Me río y le abrazo. Odio ser su mejor amiga. Siento sus ojos mirándome, más divertidos aún. De pronto la rutina cambia. Se pone serio y me dice que tiene algo importante que decirme. Le miro y se acerca. Sonríe. Se sigue acercando más y más, pienso cosas imposibles. Esas cosas imposibles se cumplen de repente, cumpliendo mis sueños más profundos. Me besa, con sus labios cálidos y suaves. Me quiere. Y yo le quiero a él. Por lo menos, el mal día ha cambiado de repente. Ya me da igual la nieve.

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