sábado, 16 de noviembre de 2013

Puestos a recordar...

No hay pregunta más difícil que "¿Qué es lo más bonito que han hecho nunca por ti?". ¡Es lo más complicado del universo! Porque te pones a recordar y salen tantas cosas buenas de tanta gente... En mi caso, como todos sabéis, salen las cosas románticas. Situaciones de libro para mujeres cincuentonas que buscan romanticismo puro. Y saltan a mi memoria siempre las mismas. Una tontería para vosotros seguramente, queridos susurritos, pero que fueron un planeta para mi.

Me viene a la memoria, por ejemplo, una llamada bien entrada una noche de horror que alguien quiso hacerme en lugar de ir a una fiesta. Recuerdo una noche en vela con alguien que me cuidó al estar enferma y me cantó hasta que me dormí una canción con muchísimo significado para los dos. Un beso que pedí y, aunque no tuviera que haber sido, fue. Un rasgueo de guitarra, una caricia. Aquel poema improvisado. Un consejo: "el mundo es de los valientes Claudia, cuanto antes actúes menos dolerá si fracasas". Una visita en una noche de esas en las que los problemas atacan fuerte. Una carta, una flor. Una llave prestada desde otro continente. Un regalo escrito a mano con mi dulce favorito incluido. Seis horas de monólogo sin pedir nada a cambio. 7 películas en 7 tardes preciosas sin rechistar. Cumpleaños sorpresa. Espolón en invierno, la quinta en verano. La paciencia que tuvisteis aquel horrible verano. Horas de clase perdidas por escucharme. El Sol, la Luna y unas reliquias de la muerte improvisadas solo para que sonriera al escuchar "señorita Ravenclaw". Noches en un conservatorio. Cigarros a la puerta de una biblioteca escuchando siempre lo mismo sobre la misma persona y dándome la razón como a los tontos solo para que me sintiera bien. Un concierto increíble con mi mejor amiga.Una fiesta "ibicenca" en una playa. Leche con galletas las noches tristes (mamá, es lo que más me anima del mundo). Un dibujo pegado en una agenda... 

Y aún con estas, aún teniendo tantas y tantas cosas en las que pensar, no sabría elegir la mejor, porque TODAS me han emocionado de alguna manera. Seguiré sin sonreír nunca (ya sabéis que la Luna no sonríe), pero debéis saber que los pequeños detalles son lo más importante. Las cosas que hacéis sin querer, las cosas que salen solas, son las que hacen que la luz siga encendida. Cada persona es un mundo, pero en el fondo todas tenemos algo en común. A todos nos gusta que nos hagan sonreír.


Magia y efectos especiales no sé, pero esta canción hace que algo revolotee en mi tripa.