lunes, 20 de octubre de 2014

La noche eterna (Agosto de 2012).

Miro al cielo de noche, apoyada en el marco de mi ventana. Hoy parece que las estrellas me están saludando desde arriba. Exhalo una bocanada de humo y lo observo flotar hacia arriba. 

Sueño despierta (como siempre) con un viaje a la Luna y un baile vestidos de etiqueta, con escapadas a Saturno a patinar en sus anillos, la noche eterna de fondo. Besos en la inmensidad de Júpiter y café con mucho azúcar en Plutón. Y luego paseamos hacia el Sol y, pum, te desvaneces de repente, parece que te has evaporado. Y ahí me quedo yo, bailando sola en la Luna, un raspón en la rodilla por patinar en Saturno y la taza rota sentada en Plutón. 

Me despierto de mi ensueño con polvo lunar en las manos. "La noche eterna" suena en mi cabeza sin parar. El cigarro se ha consumido, el cielo se ha cubierto. Las estrellas no pueden aguantar ver una sonrisa tan triste.




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