Nunca habría pensado que las cosas se torcerían de esa manera. Una lágrima resbaló por su mejilla inconscientemente mientras oía esas palabras tan temidas, que esperaba que nunca llegaran a ser pronunciadas. Pero lo fueron, y tuvo que pasar la vergüenza de ser vista con esas dos gotas teñidas de dolor resbalando por sus mejillas enrojecidas. Se secó la cara y afrontó la situación a pesar de las excusas que él le ponía.
Han pasado 5 meses. Ella sigue sin poder olvidarlo. Llora por las noches, sonríe por las mañanas como si nada le pasara por la mente a pesar del profundo peso que el corazón le acarrea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario